martes, 20 de enero de 2009

Un día de esquí

Yo y mis inventos, hace un par de semanas les propuse a unos amigos (Hitomi y Junya) ir a esquiar cerca de Nueva York. No había esquiado en mi vida pero quería probar y por proponer, les gustó mi plan y allá que nos fuimos el domingo pasado a Hunter Mountain en el estado de Nueva York.



Yasu iba a ser mi sensei, el esquía desde los 5 años así que podría enseñarme algo.
Dos horas y media de coche y una hora para prepararme allí. Después de colocarme todos los trastes encima nos dirigimos a las sillitas estas que te suben arriba, sentarme con los esquís puestos por primera vez en mi vida fue prueba superada. Arriba, para levantarme con los esquís puestos y salirme de la silla ya fue otra cosa, primer aterrizaje forzoso.
Empieza la clase y hoy mi sensei me ha dicho que solo voy a hacer algo que se llama bogen (que ya no sé si me lo está diciendo en inglés o en japonés) y a mí que eso me suena a comida alemana.

Pues ya está a hacer bogen, tortazo a la izquierda, tortazo a la derecha, tortazo de frente y tortazo para atrás. Creo que ya domino el arte de caerse (que tampoco es fácil).

Al final de la pista ya puedo hacer curvas e ir de frente sin caerme, conseguí aprender algo con la ayuda de mi sensei.

2 comentarios:

Rosa dijo...

Parece divertido!
Vaya tortazos te pegaste, pero tuvo que ser un día genial.
Eso pasa por venir de un sitio donde nunca nieva...

Rosa dijo...

Casi bajé rodando :)