domingo, 28 de septiembre de 2008

Turning Korean


Korea Town o K-town es un barrio dentro de Manhattan ubicado en midtown y cuya calle principal es la 32 entre la quinta y la sexta avenida. Lo que empezó como un par de librerías y restaurantes se ha convertido con el tiempo en un universo coreano donde se pueden encontrar además de restaurantes karaokes, salones de belleza, locales de masaje y sauna (con o sin happy ending), supermercados o cafés. 

Haciendo dumplings

El hecho de que esté cerca de mi trabajo lo convierte en una tentación para ir a por el almuerzo cuando no llevo nada de casa. Desde que probé por segunda vez (la primera vez fue traumática) la comida coreana en el spa coreano de Flushing (Korea town 2) hace un año estoy enganchada.

Uno de mis sitios preferidos es Arang, el restaurante en la primera planta donde se puede leer "sushi" en su ventana. Lo mejor su Bulgogi (carne a la plancha) y los pancake coreanos de gambas. 

Arang

Bulgogi

También se puede comer barbacoa coreana. El local es acogedor, está lleno de gente joven y aunque no es muy barato tiene un precio justo.

Para comer Kamioku, una sopa muy sana con carne de cerdo y verduras, este sitio es muy bueno. Además cuesta sólo 10 dólares y junto a la sopa te sirven las tapitas coreanas de rigor.

Este supermercado está abierto hasta altas horas de la madrugada, a menudo hemos ido a hacer la compra aquí después de cenar y tomarnos algo. Aquí también se pueden encontrar muchos productos japoneses: curry, nori, café con leche como los de las jidouhanbaiki (máquinas expendedoras), zumo de aloe ...
Hanahreum

Después de cenar suelo frecuentar esta cafetería que sirve un helado de té verde buenísimo y también tienen sorbete y bubble tea.
Cafetería Koryodong

Este restaurante está muy bien para almorzar, tienen menú del día por 8 dólares. También lo he probado a la hora de la cena pero prefiero el Bulgogi de Arang.

Chung Moo Ro

Y mi lugar preferido para todos los días es Woorijip, significa "nuestra casa", y consiguen que te sientas así. Tienen bufé para escoger entre mucha variedad y pagar al peso y además cuentan con sets para almorzar ya preparados desde 4,50 a 6,50 dólares. Las paredes están decoradas, entre otras cosas, con recetas coreanas o con notas sobre el idioma o el país y tienen un panel donde cada uno puede dejar sus sugerencias.
Woorijip
Buffet

Que se te acaba el dinero... Pues vas al citibank coreano.

"Citibank" ¿como se te queda el cuerpo?

El sábado pasado lo pasé en Flushing, la segunda Korea Town, al final de mi querida línea 7, la línea internacional. La parada es Flushing Main Street. Estuve en Spa Castle, un balneario coreano que aunque no llega a ser un onsen japonés la verdad es que sirve para quitar el mono de onsen.

Para empezar me quité la espinita que me quedó la primera vez que fuí al no saber liarme la toalla en la cabeza al estilo coreano. Esta vez, lo primero que hice al entrar en la sauna fué preguntarle a unas chicas. Queda así:

Tienen ofuro donde poderte bañar en pelotillas separados para hombres y mujeres, saunas y salas de calor para relajarse al lado del ofuro. El resto es mixto, ellos te dan el pijamita que tienes que ponerte para pasearte por allí.

Ofuro de mujeres

En la primera planta tienen una zona de infrarrojos, una sauna también de infrarrojos, una de sal, otra con sal del himalaya y barro medicinal, una de oro, otra de jade, otra de colorterapia... además de sillones y una zona de siesta en la que puedes echarte a dormir en el suelo (que tiene calefacción radiante) y echar una cabezadita.

Vistas de la primera planta

Mi sauna preferidaLa sauna de colorterapia.

En la entreplanta hay una zona de masaje y una sala con sillones relax y teles individuales para descansar. En la segunda están las piscinas de masaje, el bar-piscina y las piscinas exteriores con remolinos, masaje, y una minipiscina más caliente que emula un rotenburo o bañera al aire libre japonesa.

Rotenburo

En la tercera planta se puede degustar cocina coreana con vistas al Triboro Bridge, llamado así porque une a tres distritos: Queens, Manhattan y el Bronx.
El balneario está abierto de 6:00 am a 12:00 am. y cuenta con servicio de traslado desde un parking cerca del metro hasta el balneario y de vuelta.
Allí estuve hasta las 12 de la noche y después repetí comida coreana para cenar en este restaurante.

Tapitas
Estofado de ternera, sangre y verduras.

La puerta del restaurante.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Como sobrevivir una asamblea de la ONU y no morir en el intento


Esta semana están en Nueva York todos los peces gordos del a política internacional reunidos para arreglar el mundo. No sé si lo arreglaran pero desde luego a los que vivimos en Nueva York nos lo han hecho más difícil estos días.
Calle 42, con la segunda avenida, ¿quieres ir a la primera avenida? Pues cómprate una que aquí no pasa ni perri. Salir salía la gente que supongo que trabaja por allí pero entrar... es otra historia.
Las puertas de los hoteles en las inmediaciones de Naciones Unidas están valladas y con un montón de coches de policía, limusinas y coches oficiales.
A ver que más cosas han cambiado... la decoración de alguna que otra multinacional farmacéutica cerca de la ONU, que aprovecha para dar a conocer al mundo los millones de dólares que se gasta en ayuda en países desfavorecidos.


Y la gente protesta y protesta, todavía más que normalmente como esta señora que venía de manifestarse en contra de la represión china en Tibet.


O estos, que estaban dando un discurso en contra del Mr. Almadineyad.
Con cobertura de los medios y todo. Este me recordó a Urdaci, no diréis que no se parece.
Los autobuses han cambiado las rutas, el lado este de la ciudad es territorio vetado y está todito petado de gente protestando, de policías, de guardas de seguridad...

Y mientras los helicópteros de la policía vuelan por encima de mi casa, y de otras casas, dando la lata al personal. En Long Island City estamos castigados por vivir en frente de la ONU. Además hoy se ve que va a diluviar y hace un viento horroroso, ahora mismo más que en un apartamento parece que estoy en una olla a presión del ruido que hace el aire en la ventana. Por pesados y estorbo se les va a aguar la cenita de esta noche y yo me voy a hacer una tortilla de patatas para celebrar que se van en breve.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

1700 km por las playas del sur de España


Este verano las vacaciones han sido en España. Además de estar en Córdoba he hecho un viaje con Yasu por las playas del sur. Hemos disfrutado del Mediterráneo y el Atlántico en un viaje en coche a lo largo de la costa andaluza.
La primera parada fue en Granada, donde yo me llevé la cámara de paseo sin la batería puesta. Por la noche fuimos a Alhama de Granada, un lugar con aguas termales naturales al lado de un río. Quedaba un poco lejos pero mereció la pena rememorar los momentos de onsen en Japón.

Después de Granada fuimos Almería. Nos quedamos a domir en San José y desde el centro de operaciones fuimos a visitar distintos sitios.

Playa del Mónsul. Parque natural de Níjar:

Playa de los Muertos:



En Mojácar paramos para relajarnos al lado de la playa en Mandala y BBme:
Y en Garrucha para comer gambas de Garrucha.

Después de estar en estas maravillosas playas vírgenes cogimos el coche hacia Nerja, donde pasamos dos días buscando a Chanquete.



Lo buscamos hasta en Frigiliana, un pueblito blanco a 13 kilómetros de Nerja. 

La cena la hicimos en el restaurante La Bodeguilla: choto, migas, ensalada y 4 mostos 28 euros. Y con vistas a la montaña.
De camino a Tarifa hicimos escala en Mijas para ver los burrotaxi:

Parada en Puerto Banús. Aquí el cirujano dejando pelado al pescado:

El viaje siguió rumbo al Atlántico vía La Línea, donde visitamos a Alfonso y a Elena, los recién casados. Nos llevaron a un sitio tela de auténtico para comer montaditos. ¡Gracias por todo chicos!

Pasamos por Gibraltar para hacer nuestro viaje un poco más internacional.
Tenía que hacer esta foto :p  

Y de ahí a Tarifa "con mi tabla de Winfirsu voy a Tarifa y no hay viento" como decían los Mártires del Compás en sus "Sevillanas Billy". 
El aire es un poco incómodo pero el pueblo está genial y hay un ambientillo muy bueno. 

El japonés buscando buen atún del estrecho para sushi:


Además en los alrededores de Tarifa, y en Tarifa también, hay unas playas geniales.
Esta es la de Bolonia:
Quien dice que hay que ir al Caribe para ver buenas playas. La playa tiene hasta un mini desierto al lado de un bosque de pinos. Subir las dunas costaba trabajo y no veas como picaba la arena cuando te golpeaba en la piel por culpa del viento. Ahora entiendo a los beduinos y la moda de las chilabas.

Subiendo:
Se ve como las dunas se mueven por el aire.

En la cima:

Atardecer:
En la playa de las dunas se puede untar uno con barro medicinal. Eso sí, es de advertir que en la explanada donde se dejan los coches hay alguna zona de arena donde se queda atascado y bien atascado el coche. Nosotros fuimos tempranito a la playa y lo primero que hicimos es quedarnos pillados con el coche medio metro bajo la arena, menos mal que están acostumbrados y entre un señor jipy muy buena gente y el 4x4 del señor que trabaja allí pudimos sacarlo. Menudo susto. 
Al final nos pudimos untar bien:

De camino a El Puerto de Santa María paramos en Los Caños de Meca, donde también nos untamos en otro barro. Hay unos canales de agua que salen por unas paredes de lodo medicinal, el agua se mezcla con este lodo o con las piedras y la gente está allí rasca que rasca en la pared y untándose.
Croqueta man:
En el Puerto de Santa María estuvimos en un hotel que era un lujo, después de todos los hostales y albergues cutres... esto era un homenaje.
Por la noche comimos yakiniku... parrillada, vamos.

La barbacoa, la barbacoa ...
Y al día siguiente caminito a Córdoba.
TO BE CONTINUED...