jueves, 24 de enero de 2008

El secreto de la felicidad está en Islandia (Economist 17 de Enero 2008)

Copyright Paolo Ardiani
Ayer leí un
artículo que hablaba de la búsqueda de la felicidad. Parece ser que, según la base de datos mundial de la felicidad que está en Rotterdam, son más felices los casados extrovertidos que los solteros pesimistas introvertidos (para llegar a esta conclusión tampoco creo que se hayan tenido que romper mucho la cabeza). Y los republicanos que los demócratas, también las enfermeras disfrutan más de la vida que los banqueros etc. Me impactó algo que también auspicia el artículo, "el nuevo feliz se podría decir que es el nuevo triste" y es que estamos tanta gente en busca de la felicidad que esto acaba siendo una feria, y nadie admite ser triste, ¿verdad?
Aquí en Estados Unidos están todos obsesionados con la felicidad, a mucha gente la ves esgrimiendo su más falsa sonrisa, educados y contentos con todo... y por supuesto leyendo el último best-seller de autoayuda.
Y todo se convierte en negocio. Nunca me había parado a pensar hasta leer este artículo la de millones o quizá billones de dólares que puede mover la industria de la felicidad, todos aquellos que venden felicidad por un módico o no tan módico precio.
Yo he encontrado la felicidad, o al menos la calle felicidad. Es 46th Bliss Street, curiosamente se encuentra en Sunnyside, hasta el nombre del barrio va acorde.


viernes, 18 de enero de 2008

Artistas de la Calle

Si algo que me gusta de algunas ciudades son los espectáculos callejeros. En Nueva York es común encontrar acróbatas en los parques, un señor que toca el violín con un serrucho en el metro, un mago que saca conejos y palomas de su chistera en el vagón de un tren...
He hecho una recopilación de algunos de los artistas que he visto desde que estoy aquí y os lo muestro a continuación, me estaré dejando a miles de personas que con su arte consiguieron hacerme el día más agradable pero al menos os quiero mostrar algo de lo que ocurre en las calles, parques y estaciones de metro de Nueva York, que muchas veces no tiene precio, otrás si, un dólar que te sacas del bolsillo y echas a la gorra.
Este grupo se llama Baby Soda, los ví en Washington Square un martes que me cogí mi último día de vacaciones. Dentro de mi despiste natural les cogí un CD pensando que eran gratis y les dejé un dolarillo de propina, a los 10 minutos después de irme comprendí porqué uno de los chicos del grupo me decía algo de 10 dólares. Si ya lo dice mi padre que en esta vida nadie da nada por nada. A no ser que te lo cojas por tu cuenta, que básicamente fué lo que yo hice sin querer (que conste que esto no lo dice mi padre que lo digo yo).





Estos señores estaban este verano en un tren de la línea 7.




Y a estas máquinas del baile en Union Square cuando mi hermana estuvo aquí el pasado verano.


jueves, 10 de enero de 2008

Mi chachitrípode

Nueva York, la ciudad de compras... 


El fin de semana pasado hice la compra que más me ha gustado desde que estoy en Nueva York. Me compré el trípode más vacilón del mercado en la tienda del MoMA. 
Y si no os lo creéis echadle un vistazo a las fotos. 

Lo enganchas donde te da la gana, lo puedes morder, retorcer, tirar contra las paredes pisotearlo... creo que me estoy pasando. En resumen, que es muy versátil y me encanta, ahora soy feliz echando fotos por todos lados con los encuadres más enrevesados del planeta.