jueves, 20 de marzo de 2008

Tokkotai

Tokkotai es la abreviatura de "Tokubetsu Kogeki-kai" (cuerpo especial de ataque), llamados durante la segunda guerra mundial Shimpu, o leyendo de otro modo los caracteres de dicha palabra, "Kamikaze" (viento de dios). Una alegoría del viento que impedió a las tropas del imperio mongol entrar en Japón y que traído al siglo XX dio nombre a un cuerpo especial del ejercito japonés cuya misión era inmolarse contra objetivos enemigos.

Símbolo del radicalismo en la guerra, detrás de esa idea subyace mucho más que un grupo de suicidas fanáticos.

El pasado martes se presentó en la Japan Society de Nueva York el documental "Tokko" (nombre de la versión en japonés) o "Wings of Defeat" (en inglés). La directora, Risa Morimoto, después de descubrir que su tío había sido Kamikaze y había sobrevivido, comienza un viaje por Japón junto a la escritora y productora Linda Hoaglund para hablar con más personas que como su tío pertenecieron a los tokkotai y sobrevivieron. El documental muestra los testimonios de kamikazes supervivientes así como de americanos que consiguieron sobrevivir a ataques de aquellos.

Las entradas todas agotadas y así estaba la plaza:

Los testimonios de los participantes en el documental eran estremecedores. La mayoría de ellos se enrolaron cuando eran niños, les gustaba el uniforme de los pilotos, los aviones... otros simplemente fueron reclutados de la universidad cuando iban faltando hombres.

La opinión pública estaba totalmente manipulada y el estado en que se vivía era de guerra para todo el mundo. Se animaba al autoabastecimiento, cultivar en lugar de comprar. Incluso se incitaba a que la gente de a pié preparara armas hechas de bambú para protegerse de un posible ataque.

Para el señor Nakajima, un abuelete que lo hablaba todo con un montón de sentido del humor, Japón no podía ganar la guerra aunque el mensaje que les lanzaban fuera otro. En la universidad habían estudiado el poder productivo y técnico de países como Estados Unidos, Japón no tiene recursos naturales, ¿de donde iba a conseguir lo que necesitaba para hacer la guerra?

Como no se tenía petróleo ni gasolina se empezó a hacer el combustible a partir de resina de pino. Para los tanques de combustible se acabó utilizando bambú. Todo esto en contra de la sofisticada maquinaria estadounidense era ridículo. Lo único que les quedaba era su capital humano que en un intento desesperado se utilizó para inmolarlo sistemáticamente contra barcos americanos.

Comentaba el Sr. Nakajima que él no quería morir, el quería vivir. Nos daban saque para brindar y nos despedían para que muriésemos.

Se cuenta que quien ideó la idea de los tokkotai pensó que el emperador al ver tal intento desesperado decidiría rendirse. Desgraciadamente no fue así.

A la mayoría de ellos solo se les llenaba el tanque del avión para el viaje de ida, así de triste. Uno de los supervivientes contaba como a él el mecánico se lo llenó entero a pesar de poder ser juzgado marcialmente al día siguiente.

¿Cómo sobrevivieron? Accidentes de aviones, deserción decidida por un superior mientras volaban, averías... Así consiguieron salvarse algunos de ellos.

Después de la proyección la directora, la escritora/productora, el veterano americano Fred Mitchell (superviviente al ataque suicida a su barco el Drexler) y los veteranos japoneses Takehiko Ena y Takeo Ueshima estuvieron allí respondiendo las preguntas del público.

Quizá esto fué lo más emocionante de todo, ver como personas cuya misión un día fué matarse el uno al otro estaban ahora en el mismo escenario en paz consigo mismo y con sus antiguos enemigos. Habiendo enterrado el hacha de guerra.

De lo que hablaron allí me conmovieron especialmente los siguientes comentarios:

Después del 11 de septiembre en algunos medios se llamó a los terroristas islámicos "kamikazes islámicos". Se le preguntó a los veteranos japoneses cual era su opinión al respecto y esta fue la respuesta: Para nosotros el 11 de septiembre fue un golpe increíble... no creemos que sea comparable a los ataques kamikazes. Las torres gemelas no eran un objetivo militar ni tampoco se estaba en guerra. Los ataques suicidas son un ciclo interminable de venganza. El caso japonés fue el resultado de una táctica desesperada de último recurso contra un desembarque enemigo en tierra principal. Para nosotros el ataque islámico persigue solamente un fin egoísta para ellos mismos permanecer eternamente en el paraíso.

Acerca de su silencio:

Después de casarme no le dije nada a mi mujer ni a mis hijos por haber sido tan mala experiencia. Nada agradable de contar ni de vivir, algo de lo que uno sólo quiere olvidarse.

Por qué decidió el Sr. Fred tomar parte en el documental y conocer a sus viejos enemigos: La muerte se acerca y cómo voy a morir con este odio. En el fondo éramos iguales. Les temíamos mucho aunque ellos no querían morir pero no les quedaba otra opción... durante muchos años he estado teniendo pesadillas pero ahora vivo en paz... vi como nuestro barco se hundía en 49 segundos y mis compañeros habían desaparecido... hablar... para hablar sobre ello con tengo problema, soy un vendedor y hablar es mi negocio... Cuando llegué a Japón para conocerles al principio la situación fue tensa pero después me dieron a probar shochu y me enamoré de Japón.


Para algún espontáneo que se saltó el turno de preguntas fue ocasión de volver al tema de porqué Japón no pide perdón bla bla bla... Bajo mi punto de vista no creo que eso sea algo que se le tenga que decir a unos veteranos. No es disculparlos, el ejercito imperial japonés cometió inmensidad de atrocidades en Asia pero ahora esos veteranos, o al menos los que participaron en el documental, están convencidos de que la guerra no conduce a nada y que mientras no se produzca una abolición de la misma el mundo estará condenado.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Linda Hoaglund is the best jap-eng film translator. what an outfit?

Rosa dijo...

They did an excellent job. The fact that Linda Hoaglund was risen in Japan and Risa Morimoto in New York made of them a very interesting team.