Después de algún tiempo en modo vaga sin investigar nuevos sitios, este domingo me planteé ir a comer comida africana. Quería encontrar un sitio de comida angoleña para solidarizarme con mi amiga Cris que se encuentra allí en estos momentos, pero al final acabé en un restaurante sudafricano con mi amiga Rie y con Barack Obama...
De cartón piedra claro.
Escogimos comida de la sección de brunch (mitad breakfast mitad lunch, como el ligre), un plato con huevos, bacon (hasta ahí nada sugiere comida sudafricana), con una salchicha (boerewors) con especias típicas del país y setas. Con el brunch te incluyen un bloody mary o un mimosa. Al final nuestro brunch con cocktail y propina por 12 dólares, bastante buen precio.
El restaurante está en Fort Greene, Brooklyn, cerca de varias lineas de metro. El barrio es conocido por sus calles con árboles, edificios altos y por conservar construcciones de estilo Italiano e Eastlake de mediados del siglo XIX.
Después del brunch fuimos al museo de arte contemporáneo PS1, conocido por sus fiestas warm up o de calentamiento para decirlo en cristiano. Es un antiguo colegio convertido en museo y el domingo abrían una nueva exposición. Mi obra favorita esta pseudo piscina, era desconcertante ver a la gente meterse por debajo del agua, sin mojarse claro, eso era lo interesante. ¿Me reconocéis?
Y todavía tienen las obras de Olafur Eliasson, el mismo que montó este verano unas cataratas del East River. En esta habitación tenía instalado un espejo circular con ángulo que rotaba y así estaba todo el mundo tendiéndose para quedarse lelos mirando hacia arriba.
Este me recordó mucho a Bob Dylan en sus tiempos mozos, estaba pinchando con sus loros en el patio del museo.
Esta vez también habían ocupado para la exposición el sótano del cole.
No hay comentarios:
Publicar un comentario