Se llama Max Brenner , el chocolate hecho por el hombre calvo. Yo no ví a ninguno por allí pero bueno, hay que reconocer que el señor se lo trabaja bien y consigue unos chocolates y comidas variadas exquisitas.
La cena se compuso de pizza de chocolate con esponjitas.
Y de segundo fondue de chocolate negro, blanco y toffee con esponjitas, fresas, plátano y pan del plátano.
Fuí al que tienen cerca de Union Square, nada más entrar un olor a chocolate increible te pega en la cara y es imposible dejar de babear hasta que acabas de comer. Tienen unos tanques enormes con chocolate y los que entran ganas hasta de bañarse.
Después de eso es difícil no salir de allí rodando.
Y esta foto os la pongo para que veais mis botas de lluvia que tanta polémica han provocado entre mis conocidos, entre detractores y personas de buena fé que están a favor de que use tales botas escandalosas.