Philly, queso de untar y Rocky Balboa

Después de unas cuantas semanas de inactividad, por fin me pongo las pilas y os enseño mi excursión a Philadelphia. No sólo hay queso en Philadelphia, sino que también está por ahí suelto Rocky if, quiero decir, Rocky IV.


Además conservan los edificios donde se redacto la declaración de independencia, donde se reunieron para reclamar al rey de Inglaterra por su poca dedicación con las colonias... Menudo Matrix que se marcó Kristinita.
Exactamente el sitio de reunión para empezar las protestas fué la casa del gremio de carpinteros, como mi padre (el mejor carpintero del mundo mundial), ¡hola papá!

Yo también vuelo.
Al noroeste del centro de la ciudad está el Museo de Arte de Philadelphia. Triste, pero muy poca gente llega hasta aquí para entrar al museo, todos se quedan (o nos quedamos) al final de las escaleras después de repetir el número de la película de Rocky mientras cantas tinooo niiii, tinoooo niii. La entrada al museo (y nada de precio voluntario o sugerido como ocurre en Nueva York) 12 dólares, ala, aprovechando también el tirón de Rocky.

A ver, nosotras tambien nos dimos la carrerita y aquí queda testimonio gráfico. Primero ved la versión original, os recomiendo que la veais hasta el final.

Y luego ved nuestra versión.

De camino al Museo de Arte de Philadelphia está el Museo de Rodin, con su famoso pensador.

Y más allá del Museo está Boat House Road y el Parque Fairmount surcado por los Kelly and West River. Especialmente al atardecer es un sitio precioso para pasear.

Para aquellos que disfruten la comida no se pueden ir de Philly sin probar el Philly Cheesesteak y aprovechar los precios de las pastelerías de China Town para comer Sesame Balls y Raisin Bread acompañado de un Bubble Tea para bajar.

Y para acabar la foto de dos freakies manifestándose en una ventana:

Washington, DC, la capital del imperio

Washington DC, la capital del imperio, donde se encuentra la humilde morada del Presidente de los Estados Unidos, lugar de mil entresijos políticos, ayudas y pago de favores (bueno, vamos a llamarlo lobby que suena más fino), ciudad que el año que viene será un hervidero a causa de las elecciones presidenciales.

The reflecting pool (falta Forest Gump corriendo en medio)

Tenía que ir, más que nada a retratarme delante de la Casa Blanca, y allí que nos plantamos el domingo.

Mira que artísticos que semos

La Casa Blanca, que es blanca pero muy chica

El Capitolio

A parte de toda la parafernalia política, Washington es una de las ciudades con más desigualdades de todo Estados Unidos. El 30% de su población vive bajo el umbral de la pobreza, que ya se dice pronto, y hay bastantes barrios y zonas que es simplemente mejor ni pisar.

Por supuesto no me estoy refiriendo a Adams Morgan, un barrio al que se puede ir tranquilamente. Se encuentra al Noroeste de DC, característico por su diversidad étnica y los cientos de restaurantes y bares que tiene.

Adams Morgan

Nosotros elegimos Meskerem, un restaurante de comida etíope, para llenar la barriga antes de coger el autobús de los chinos para volver a Nueva York.



Uno de los bares más famosos es el Madame Morgan Blues Bar, donde según el dicho popular "aquí viene la gente guapa a ponerse fea".

Madame Organ

Y ahora unas notas para que os culturiceis y os mezcleis con los insiders de DC. Porque sabrán si eres de Washington, DC si:
- Dices que vives en DC cuando hablas con los de fuera, incluso si vives realmente en Maryland o Virginia, porque es más fácil.
- Sabes que el Pentágono está realmente en Virginia pero no te importa corregir a alguien que está confundido.
- Conoces que POTUS significa President Of The United States.
- Si oyes tres helicópteros sabes que el presidente va surcando el cielo, y si oyes dos no es alguien tan importante.
- Te emocionas cuando te encuentras a famosos en los restaurantes, aunque tu idea de famoso no es Paris Hilton o Britney Spears sino Hillary Clinton, Donal Rumsfeld (no Donald Trump) o Condy.

Happy Halloween

Adelantándonos a los acontecimientos cual buen Corte Inglés que se precie, me permito felicitaros por Halloween aunque todavía quede bastante. ¿Y por qué? Porque hoy con motivo de Halloween me he llevado el susto más desagradable de mi vida.
Antes de deciros que le echéis un vistazo a la foto me gustaría advertir que puede herir la sensibilidad de los blogvidentes.
Ala ahí queda eso, si es que estos americanos tienen un sentido del humor más grande.

Festival Medieval en Fort Tyron

El domingo como buena dominguera, aprovechando el buen tiempo, me fuí a dar un paseito a la punta más punta de todas las puntas de Manhattan, allí en Harlem donde ya si miras al otro lado del Hudson en vez de ver pisos ves arbolitos.
Se celebraba un festival medieval y os preguntaréis, ¿como se celebra un festival medieval en un país en el que no vivieron la edad media como la entendemos en nuestra vieja Europa? Pues aunque suene raro al final no lo habían montado tan mal.
Además el sitio era perfecto, en un parque enorme, como todo en este país, al lado del Hudson, rodeando al museo de Monasterios, conocido como The Cloisters.
The Cloisters Museum está construido a partir de tres monasterios franceses que desmontaron y plantaron aquí.

Además de los trozos de monasterios franceses hay también bastantes piezas españolas, como esta.
Y volviendo al folklore y la fiesta popular os tengo que contar que el festival estaba genial, mucha gente que iba a pasear se había disfrazado para la ocasión.
Ahaiiiiiii Paqueraaaa!!!


Aquí que conste que lo importante no es Kristina en el primer plano sino el personaje trasero.

No todo el mundo era tan grande.

Y este señor vendía unos pepinos encurtidos que guardaba en el barril sobre el que está apoyado, nada de pepinillos hombre, que él es de Bilbao Bilbao, ahí va la ostia Patxi. Los pepinos enteritos, y la peña tan contenta comiéndose su pedazo de pepino por la feria.